Estamos en la Vizcaya industrial de los años 60, tres empresas con diferente actividad, Troquelería Vasca, Ona-Pres y Serja van a ser el embrión del nacimiento de Empronor.
Dos de sus fundadores, Modesto Pérez e Ignacio Antón plantean una idea innovadora: fabricar las cubas de lavadora mediante un nuevo proceso, la embutición, que consiste en obtener la pieza mediante un solo golpe. Este método supone un gran abaratamiento del producto y a su vez, una mayor calidad frente al proceso actual de soldar diferentes piezas
Con esta idea se ponen manos a la obra, diseñan troqueles, construyen las prensas, se busca un lugar donde trabajar, buscan personal… y a principios de 1965, en un pequeño local de Botica Vieja del barrio de Deusto en Bilbao, con un desembolso inicial de 600.000 pesetas, nace Embuticiones Profundas del Norte S.A.
Las instalaciones de Deusto se quedan pequeñas y en mayo de 1968 la empresa se traslada a su ubicación actual en Portugalete.
Durante la primera década, Empronor basa su negocio en la embutición de cubas de lavadora. Es a partir de los años 80 cuando comienza un proceso imparable de diversificación de su cartera de productos.
Han pasado ya más de 50 años desde la fundación de Empronor y una nueva generación se encuentra al mando de la empresa, manteniendo la misma ilusión de sus antepasados y luchando día a día por mantener a Empronor como referente en el apasionante mundo de la embutición.